El Canal Saint-Martin se construyó por orden de Napoleón en el año 1825 con el objetivo de traer agua potable a la ciudad.
Antiguamente sólo se realizaba tráfico comercial. Actualmente ofrece a los amantes de la capital un paisaje urbano inédito. Con sus nueve esclusas, sus dos puentes giratorios, sus pasarelas de estilo Eiffel, sus misteriosos túneles abovedados y sus árboles centenarios, el canal ofrece a los paseantes la oportunidad de redescubrir el París de una época anterior.