Así la llaman cariñosamente los venecianos. Es un pequeño relieve que nos encontramos luego de pasar bajo la Torre del Orologgio.
Cuenta la historia que su nombre real era Lucía Rossi que en la noche del 15 de junio de 1310 salvo a la República del intento de Baiamonte Tiépolo y Marco Querini de hacerse con el poder.
Se dice que al oir el ruido de las tropas que avanzaban hacia el Palacio Ducale, se asomó a la ventana y dejó caer un mortero que dio justo en la cabeza del portaestandarte. En la confusión y el combate que siguieron las fuerzas del Dux salieron victoriosas frente a los rebeldes.