Esta plaza trazada entre los siglos I y II DC, es uno de los más bellos exponentes de arquitectura romana. Su orientación ligeramente desplazada con respecto a la calle confirma que el templo de Zeus era el principal lugar de culto de Jerash a la vez que evita una ruptura del eje del cardo romano. La disposición concéntrica de las losas acentúa la forma elíptica de la plaza, bordeada de columnas jónicas.
















