Llegamos al tope de esta montaña subiendo los 320 escalones (aunque para los que no pueden subir hay la opción de un telesferico si prefieres) y por las escaleras adornadas con unos enormes y largos dragones que parecían unas largas serpientes. Acompañados siempre por nuestro gentíl guía Danny quíen siempre nos explicó cada detalle de su cultura, Templos y costumbres. De verdad que una experiecia única y un destino éxotico.











