Hermosa vista de la ciudad de Boulmane, desde la ventana de la habitación del hotel Xaluca.
Desde ahí además se siente varias veces al día el llamado a los fieles a la oración (en total cinco veces al día)
Además de ver, oir también se agudiza el olfato, ya que los olores tanto de los comidas como de los cosméticos son diferentes a los que estamos acostumbrados.