Si antes de visitar Japón ya adoraba su comida, al verla en vivo y a todo color, ¡me fascinó! Es sumamente saludable, muy sabrosa, colorida, y con las porciones exactas, pues aunque parecen pequeñas, resultan más que suficientes. Sin duda, ésta fue una maravillosa cena en un Ryokan, que es un tradicional hotel japonés.





























